En la era actual, la sociedad se desarrolla rápidamente, la competencia es cada vez más feroz y el coeficiente intelectual es cada vez más importante, porque si el coeficiente intelectual es alto, los niños tienen más ventajas. Por lo tanto, los padres buscan constantemente formas de mejorar el coeficiente intelectual de sus hijos, con la esperanza de que sus hijos tengan un coeficiente intelectual muy alto. Destaque entre la multitud, pero también hay algunos padres que creen que los niños nacen para ser inteligentes o no, y se les puede ver cuando crecen. De nada sirve entrenar o no entrenar siendo jóvenes, pero ¿es así realmente?
También hay algunos padres que creen que una parte del coeficiente intelectual de sus hijos se hereda, pero si los niños son guiados correctamente y activamente guiados por pasado mañana, tendrán una mejoría mayor y, por lo tanto, obtendrán algunos logros. ¿Que es correcto?
El famoso educador Suhomlinsky dijo una vez: El nivel de desarrollo de la inteligencia en la primera infancia se refleja en la punta de los dedos.
Los estudios experimentales han demostrado que: "El coeficiente intelectual de los niños se deriva principalmente de los genes de sus padres y se adquiere al cuidarlos. Por lo tanto, si los padres quieren saber el nivel del coeficiente intelectual de sus hijos, pueden ver las pistas en las" manos "de sus hijos.
La mano es el "segundo cerebro" del cuerpo humano.
En el mundo médico, la mano se llama el "segundo cerebro" del cuerpo humano y es uno de los órganos de percepción humana más importantes. Por lo tanto, muchos problemas en el cerebro del niño pueden verse a través del desarrollo de la mano del niño.
Investigadores de la Universidad de Harvard señalaron: “La mano humana está llena de innumerables nervios sensibles, y estos nervios sensibles están conectados a los nervios táctiles del cerebro, e incluso pueden sentir una vibración de 0.000002 milímetros, lo que significa que no podemos verlo a simple vista. La vibración se puede sentir a mano.
Estos nervios sensibles pueden hacer que el niño sienta al máximo la estimulación provocada por el contacto con el mundo exterior, y luego transmitirla al cerebro a través del nervio, estimulando así el cerebro. Para los niños en la etapa de la primera infancia, este tipo de estimulación puede promover el desarrollo del cerebro y desempeñar un papel importante en el desarrollo del cerebro del niño. Papel importante 3